Ana Til

El 21 de diciembre tuvimos ocasión de realizar un encuentro virtual con la fotógrafa y profesora Ana Til.

Momentos únicos, sin duda, que nos enriquecen.

Aquí tenéis algunas fotos y el escrito que nos ha enviado:

Cuando conoces a personas maravillosas, ocurren cosas maravillosas y esta ha sido una de esas ocasiones.

Un día recibí un elogio a mis fotos de una persona amante de este arte que habitualmente hace fotografías preciosas y me enorgulleció enormemente, ya que las fotografías que hago me salen del corazón, sin razón. 

María Jesús Lamora se puso en contacto conmigo, como tantas otras veces, pero esta vez me dijo "¿Te gustaría hacer una videoconferencia explicando estas fotografías que has hecho?" … 

Ay, pobre de mí (pensé), si solo capto momentos, si solo aprieto un botón cuando una situación me transmite algo que...no sé yo... transmite. Así que me decidí y le dije que sí.

Llegó el día y yo estaba en clase con mis alumnos, les expliqué que Mª Jesús me había pedido colaboración para dar una explicación de unas fotos que había realizado el pasado otoño y que íbamos a realizar una videoconferencia. 

La experiencia fue magnífica. Rápidamente nos sentimos conectados (y digo “nos" porque quería hacer partícipes a mis alumnos también). Aunque estuviéramos separados, estábamos en un mismo lugar, todos juntos, compartiendo puntos de vista, sensaciones y emociones que nos transmitían las imágenes, tanto a los niños como a los adultos. Todos éramos uno. Estábamos unidos en un mismo lugar, nos habíamos introducido en el otoño, se podían captar los aromas a tierra húmeda y estábamos envueltos de hojas caídas en plena naturaleza, con sus colores, confetis naturales, agua... 

Se hicieron preguntas, tanto por parte de los muchachos del taller como por parte de mis alumnos, lo que enriqueció todavía más la reunión. Y, como les comenté en aquel momento, las aficiones comienzan cuando disfrutas con lo que haces y además te reconocen que lo haces bien. Por esta razón les dije que no tuvieran miedo de apretar el botón e intentar captar sensaciones, colores, momentos... 

Compartimos un tiempo altamente gratificante para todos, no solo para mí, que me hizo mejor persona por dejarme acercar; creo que todos acabamos más felices por vivir unos momentos mágicos.  Y es por esto por lo que no fue un punto y final, sino un punto y seguido, para realizar futuros encuentros conjuntos.

Gracias, Mª Jesús, por darme esta oportunidad tan enriquecedora.

Muchas gracias, Ana, por tu sensibilidad.